En esta segunda parte, el equipo Rockaxis destaca varias obras, desde Björk a Jorge González, pasando por Leonard Cohen, Anathema, St. Vincent, Mogwai y Tenemos Explosivos.
Escriben en este especial: Juan Pablo Andrews (J.P.A.), Pablo Cerda (P.C.), Bastián Fernández (B.F.), Emilio Garrido (E.G.), Felipe Godoy (F.G.), Luciano González (L.G.), Jean Parraguez (J.P.), Cristofer Rodríguez (C.R.), Fernanda Schell (F.S.) y César Tudela (C.T.).
A continuación, la selección entre los puestos 80 y 61.
80. "Vulnicura" (Björk, 2015)
Decir que en “Vulnicura” Björk no abre su corazón de par en par no es exagerar. El término de su relación con Matthew Barney –que duró más de una década– fue el leit motiv usado por la islandesa en la creación de estas canciones. Escuchando este material, la reacción es inequívoca: está destrozada, pero activa sus jugos creativos de una manera conmovedora. ‘Family’, ‘Stonemilker’, ‘History of touches’ y ‘Black lake’ se mueven en pasajes sombríos, hermoseados por movimientos instrumentales y cuerdas que arrancan más de una lágrima. Pocas veces una ruptura fue abordada con tanta belleza. (J.P.)
79. "Adore Life" (Savages, 2016)
En la última generación del rock alternativo, las mujeres dieron cátedra desde múltiples frentes, adornando con sonidos diversos la revolución feminista. Lo de Savages partió como un rock frontal con fuerte ascendiente postpunk, pero en “Adore Life” el centro de gravedad también se desplaza hacia el stoner y la sicodelia. Iban camino a convertirse en una de las bandas de rock más grandes del planeta, pero optaron por un receso indefinido que, esperamos, se interrumpa pronto. (F.G.)
78. "Libro" (Jorge González, 2013)
Jorge González siempre ha sido un compositor intimista. Para el 2013, y luego de un largo silencio discográfico como solista (aunque había estado en distintos proyectos ligados a la electrónica), edita este álbum lúcido, pasional pero, sobre todo confesional, realizado desde la soledad de su casa en Berlin tras su separación. Si en “Corazones” acompañó sus infidencias al ritmo de contagiosos beats, en “Libro” expone sus sentimientos a través de canciones de espíritu acústico y melancólico, mostrándose vulnerable como nunca antes; como si fuera un negativo del disco firmado como Los Prisioneros en 1990. (C.T.)
77. "Post Tenebras Lux" (Yajaira, 2017)
En este disco el trio nacional demostró cómo han sobrevivo en su larga trayectoria, produciendo un LP redondo, denso y potente. Yajaira produjo un álbum de alta calidad, experimentación y metal de gran escala que comprueba que no han perdido su capacidad de creativa, ya que se sumergen en la oscuridad y en la originalidad. Dentro de su discografía es uno de los mejores trabajos de la banda. (F.S.)
76. "Tranquility Base Hotel + Casino" (Arctic Monkeys, 2018)
Dentro de la discografía de Arctic Monkeys, este LP es el más dinámico, ya que prueban con un estilo nunca antes escuchado en la banda. Es un trabajo tanto sonoro como visual, en el que Alex Turner expresa sus gustos personales por la ciencia ficción, junto a la clase que posee como compositor. Aquí se atreven ir más allá de su clásico sonido, no aferrándose a sus antecesores. Con una sola pieza lograron crear un disco excepcional y diferente. (F.S.)
75. "You Want It Darker" (Leonard Cohen, 2016)
“Endless Love, see you down the road”. Esta frase de la última carta que Cohen escribió a Marianne Ihlen también aplica perfecto para definir “You Want It Darker”, el disco que se publicó sólo algunos días antes de su muerte. Su “canto del cisne” es una de las obras más maravillosas de la época, donde se conjuga la oscuridad con lo sublime y composiciones excepcionales como ‘Treaty’ y ‘It seemed the better way’. Su epitafio discográfico resulta aún impactante y casi una declaración de principios a lo largo de las ocho canciones que lo componen. (E.G.)
74. "We're Here Because We're Here" (Anathema, 2010)
El silencio discográfico de siete años que precedió al octavo álbum de Anathema se sintió demasiado, sobre todo porque prácticamente nunca pararon de tocar en vivo. Compuesto a partes iguales por canciones oscuras como ‘A simple mistake’ y otras que son pura incandescencia como ‘Thin air’, este disco es una excelente transición hacia la nueva etapa del grupo, anclada en un rock luminoso y optimista, cada vez más cómodo en los sintetizadores y arreglos de cuerdas. (F.G.)
73. "Tostado" (Perrosky, 2010)
“Los computadores son para revisar el mail”, les dijo Jon Spencer a los hermanos Gómez cuando llegaron a grabar su tercer LP con el precursor del garage revival. “Tostado” marca el avance de Perrosky desde el blues más acústico y tradicional hacia un formato de canción de rock lo suficientemente flexible para incorporar el garage y el southern rock, y a su vez tomar formas más autóctonas que se verían fortalecidas en los álbumes siguientes. El disco que forjó el molde de la canción de Perrosky. (F.G.)
72. "Post Pop Depression" (Iggy Pop, 2016)
Desde antes de 2016, Iggy Pop ya se enfrentaba a la idea de trascender, luego de una vida explosiva y una trayectoria musical –con The Stooges– siempre al borde del precipicio. La vejez lo llevó a la calma, la meditación y la reflexión. Así, en “Post Pop Depression” se enfrenta a la muerte, que parece respirarle en la nuca, y para ello contó con su propia joven guardia para hacerle frente. El resultado: un disco donde aun podemos escuchar la voz cavernosa de Iggy que descansa en una pradera sonora que evoca su pasado berlinesco y el aura de rock moderno de sus pupilos Josh Homme, Matt Helders y Dean Fertita. (C.T.)
71. "Holy Fire" (Foals, 2013)
Tras dos álbumes con los que obtuvieron buenos comentarios por parte de la prensa, Foals aún carecía de un gran hit y una obra que fuera más amable para la escucha casual, el que por lo general no se toma el tiempo para oír un tema de seis minutos. Pero “Holy Fire” encuentra el equilibrio entre lo simple y lo complejo. Acá Foals se da cuenta que pueden hacer canciones de largo aliento como ‘Inhaler’ y otros en clave pop como ‘My number’. En retrospectiva, es el álbum en el que la banda decide apostar al pop, pero uno bajo sus términos y condiciones, sin perder su esencia, para así abrazar al mainstream sin el riesgo de ser tildados como “vendidos”. (B.F.)
70. "Audiovisión" (Gepe, 2010)
Si dividiéramos la carrera solista de Gepe en dos, este álbum sería el clímax de su primea etapa. Una carrera en asenso que calibró su sonido progresivamente desde el intimismo de “Gepinto” (2005) al sincretismo entre folk y pop de “Audiovisión”. Singles como ‘Por la ventana’, ‘Alfabeto’, ‘Un día ayer’ y ‘Victoria Roma’ fueron signo del talento de Daniel Riveros para componer canciones exitosas y de escucha ligera, aunque también de su incomodidad con el rótulo de cantante folk, advirtiendo ciertas dosis de experimentación en el pulso y los arreglos folclóricos. Su álbum más propositivo a la fecha. (C.R.)
69. "Masseduction" (St. Vincent, 2017)
Para St. Vincent, el pop es algo más que un marco de referencia. Luego de editar su disco más rockero como lo fue su homónimo, la compositora se llena de beats y secuencias de cepa ochentera en “Masseduction”, incorporando con maestría latigazos distorsionados con su guitarra que aportan la justa aspereza para dotar a las canciones de personalidad, como si fuera el opuesto de su antecesor. Un álbum de pop digital y bailable, en donde la experimentación es maquillaje y la prueba irrefutable de que siempre es posible pervertir la canción y ofrecer algo distinto y de calidad. (C.T.)
68. "Everything You've Come to Expect" (The Last Shadow Puppets, 2016)
Si hablamos de regresos esperados y cuentas saldadas, el proyecto de Miles Kane y Alex Turner, vaya que cumplió. Su segundo álbum es sólido, cargado a una vibra de los años setenta, a ratos es dramático, con voces desgarradoras y ejecuciones sublimes. Por otro lado, gracias a esta obra Kane y Turner se permitieron experimentar, para probar nuevos sonidos los que serían claves para las realizaciones de “Tranquility Base hotel and Casino” (Arctic Monkeys) y “Coup de Grace. Acá es donde ambos descubren y explotan su gusto por el drama y los trajes antiguos. (B.F.)
67. "Blues Funeral" (Mark Lanegan Band, 2012)
“Blues Funeral” es la ceremonia con que Mark Lanegan entierra su antigua veta solista –cercana al blues y el rock alternativo– y da comienzo al segundo tiempo de su carrera. Texturas electrónicas rastreables hasta el new wave y el krautrock marcan un profundo y hermoso contraste con su pedregosa voz, encontrando una veta creativa de la cual no se despegó más en todo el resto de la década. En cuanto a creatividad y propuesta, Lanegan goza de mejor salud que todos los de su generación. (F.G.)
66. "Skeleton Tree" (Nick Cave & The Bad Seeds, 2016)
“Skeleton Tree” cala hasta el último hueso. Luego de que Nick Cave recibiera la noticia de la muerte de su hijo Arthur en pleno proceso creativo, este álbum se convirtió en un vehículo de pura tristeza, lleno de sonidos áridos y minimalistas, cargado de todo eso que es imposible decir si no es a través de una bella canción. Con más de 40 años de carrera en el cuerpo, es impresionante que el australiano esté proponiendo a tan alto nivel en la actualidad. (F.G.)
65. "The Hunter" (Mastodon, 2011)
Sin la conceptualidad de “Blood Mountain” (2006) o “Crack the Skye” (2009), el quinto largo del combo estadounidense representó un importante punto de quiebre en su carrera. El filo metálico, el manto progresivo y la suciedad del sludge cuajaron en cortes de fácil llegada, pero con un sonido grueso, contundente y gigante que, a pesar de estar marcado por la trágica muerte del hermano de Brett Hinds mientras cazaba, exhibe mayor luminosidad. Sin lugar a dudas, “The Hunter” fue el paso que Mastodon necesitaba para seguir ascendiendo sin transar su calidad en el camino. (P.C.)
64. "Audio Secrecy" (Stone Sour, 2010)
El tercer trabajo de Stone Sour llegó en un período complicado: meses después de la sorpresiva e impensada muerte de Paul Gray, compañero de Corey Taylor y Jim Root en Slipknot. El frontman nunca quedó realmente satisfecho del resultado, pues el conflicto entre su banda y el sello Atlantic –estos últimos deseaban un material mucho más cercano a la fórmula radial– fue determinante. Con todo, los 14 tracks de la obra forman una colección de rock muy bien hecho, evidenciando la química entre músicos y el productor Nick Raskulinecz. Nada mal para un trabajo que dejó disconformes a sus creadores. (J.P.)
63. "Derrumbe y celebración" (Tenemos Explosivos, 2012)
Cuando Tenemos Explosivos editó este larga duración, de inmediato causaron una convulsión tan sugerente como urgente. Instauraron una forma totalmente nueva a la hora de vociferar consignas cargadas de descontento y rabia social, a través de textos conceptuales, teóricos y profundamente intensos que intentan saldar un par de cuentas con el poder hegemónico. A la par, construyeron un sonido único y descollante, con guitarras afiladas que van fusionándose entre redobles y destiempos de la batería. “Dar fuego es un acto político. Dar fuego es un acto poético”. (C.T.)
62. "Violenta fortuna" (Alectrofobia, 2018)
“Violenta Fortuna” se define como un producto que posee canciones de gran factura, trabajo serio y responsable que se traduce en cada pieza. Con una producción llena de profesionalismo y identidad –a cargo del incombustible productor argentino Mario Breuer–, este disco posee canciones potentes de hard rock junto a discursos claros y definidos (‘Rutinas’, ‘Mierda para consumir’, ‘Hijos de la segregación’, ‘Violencia estatal’) y otras que quiebran el canon y sorprenden, como ‘No te alejes de mi’. Sin duda, un disco con un discurso atemporal que calza en cualquier momento social. (F.S.)
61. "Hardcore Will Never Die, but You Will" (Mogwai, 2011)
El primer trabajo entregado por los escoceses en esta década fue otra muestra de su excelencia sonora y la capacidad de amalgamar. Adiós a la contraposición de temperaturas guitarreras y cambios violentos en la dinámica; bienvenido el dominio de la melodía. Sin mostrar todas sus cartas sobre la mesa, la banda despliega un juego armónico que los renovó. La gran serpiente de Glasgow puede suavizar sus golpes (‘Death rays’, ‘Mexican Grand Prix’), pero todavía ser letales (‘San Pedro’). (J.P.)