Mogwai - As The Love Continues
Martes, 23 de Febrero de 2021
2021. Rock Action/ Temporary Residence
En 25 años de trayectoria, la venerada banda escocesa Mogwai ha creado una obra que no solo se concentra en sus discos regulares -que con este nuevo álbum llegan a diez-, sino que también en siete bandas de sonido para películas o series y numerosos epés, que conforman un cuerpo de trabajo profundo y vasto en lo estético y que, pese a mantener siempre su esencia, diverso en lo sonoro. “As The Love Continues” no es la excepción. En él podemos encontrar, sin duda, una continuidad en su tan particular visión musical, pero también, algunos cambios que, sobre todo, se perciben en un disco simple, de sonoridad bastante pareja -hay excepciones, por supuesto- y sin mayores contrastes como sucedía en otros títulos.
Por ejemplo, llama la atención la ausencia absoluta de temas abiertamente noisy o de aquellas canciones tristes de gran potencia emocional -es solo cuestión de escuchar el celebrado “Rock Action” (2001) entero para percatarse de aquella nostalgia-, tan características de su mundo sonoro. Esto último es sintomático de una banda que encontró su madurez estilística y que más que explorar en nuevas formas y sonidos, desarrolla y ahonda en un estilo que le es propio. Si grupos que le deben montones a los escoceses como Explosions In The Sky o This Will Destroy You siguen en la dinámica de tensión y distensión patentado por los Mogwai tempranos, ellos se desmarcan de la fórmula que inventaron -con otros como GY!BE-, para generar una propuesta que utiliza recursos mucho más originales y convincentes.
Producido nuevamente por el experimentado músico y productor Dave Fridmann (Mercury Rev), el álbum abre con ‘To the Bin My Friend, Tonight We Vacate Earth’ -una frase que dijo en sueños Benjamin John Power de Fuck Buttons- que es la típica pieza épica de extensos espacios abiertos y melancólicos, que la banda ha usado también para otras aperturas de discos: ‘I’m Jim Morrison, I’m Dead’ en “The Hawk Is Howling” (2008) o ‘White Noise’ en “Hardcore Will Never Die, but You Will” (2011). Sin embargo, las cosas cambian con las más electrónicas y mecánicas ‘Here We, Here We, Here We Go Forever’ -con la voz fantasmal con vocoder de Barry Burns- y ‘Dry Fantasy’, que resaltan por sus elaboradas melodías, exploración sonora y sugestivos cruces instrumentales.
El único tema con voces limpias, esta vez, a cargo de Stuart Braithwaite, llega con la energética ‘Ritchie Sacramento’, una canción de estructura tradicional, tipo de composición que también puede rastrearse en el trabajo pasado de la banda, por ejemplo, en ‘Teenage Exorcists’ del epé “Music Industry 3. Fitness Industry 1.” (2014) o, en menor grado de similitud, en ‘Travel Is Dangerous’ de “Mr Beast” (2006). Mogwai dialoga constantemente con su historia, pero, al mismo tiempo, mira hacia adelante y propone nuevos caminos.
‘Drive The Nail’ es una muestra de aquello, pues es una extensa pieza que comienza cadenciosa, pero que va subiendo en energía y poder, para luego encontrar un punto de equilibrio. En este y en otros casos de “As The Love Continues”, las pistas nunca toman ese camino ansioso que estalla en un ruidismo desatado, como era en otras canciones de esta estructura presentes en un disco como “Happy Songs for Happy People” (2003). Si la anterior tenía más fulgor, el compás de ‘Fuck Off Money’ -nuevamente con la voz procesada de Burns- se hace algo tedioso, aunque no pierde ese sentido épico y esperanzador.
Las cosas suben de ánimo con la rockera y compacta ‘Ceiling Granny’, otra pieza que evidencia cómo el ahora cuarteto ha controlado la electricidad y el ruido a través de los años. Se mantienen las dinámicas instrumentales, pero el sonido de las guitarras, sin dejar de ser noise, es mucho más suave y menos distorsionado, si la comparamos con temas de su catálogo de antaño tan violentos como ‘Batcat’, ‘Glasgow Mega-Snake’ o, incluso, más cerca en el tiempo, ‘Rano Pano’.
Los invitados al disco aparecen uno tras otro, primero con Atticus Ross (Nine Inch Nails) y Kirk Hellie (Purr Machine) en ‘Midnight Flit’, en una pieza estática que complementa el sonido crudo y eléctrico de la agrupación con majestuosos arreglos orquestales a cargo de Ross; y el vientista norteamericano Colin Stetson (Arcade Fire, Bell Orchestre) quien aporta con sus “técnicas extendidas” texturiales en una composición de la delicadeza de ‘Pat Stains’.
‘Supposedly, We Were Nightmares’ podría relacionarse con canciones como ‘San Pedro’ o ‘George Square Thatcher Death Party’ por su energía positiva y abierta de tiempos medios, aunque algo más plana que sus antecesoras, mientras que el cierre ‘It's What I Want To Do, Mum’ es una extensa composición apacible, de teclados celestiales e inspiradores. Sin embargo, estos dos últimos temas se pierden y vagan por lugares algo intrascendentes, en una especie de ambient rock que no consigue la fuerza emotiva y la cualidad adictiva característica del conjunto.
Mogwai se encumbra en este cuarto de siglo de trayectoria, como uno de los exponentes principales, en particular, de una nueva forma de space rock secularizado y, en general, de un rock experimental que pertenece con todo derecho a la ética del indie rock y el punk. He ahí su gran diferencia ideológica con el rock progresivo. “As The Love Continues” es, simplemente, otro importante paso en la brillante obra musical de la banda escocesa.